Como ovejas al matadero

 por Nancy Maldonado 

En tiempos de tanta incertidumbre y volatilidad, dónde a lo malo se lo quiere llamar bueno, dónde las nuevas doctrinas e ideologías quieren ser impuestas por una minoría a toda la sociedad.
Tiempo en el que se va perdiendo el respeto, los valores y las buenas costumbres. Tiempo, en el que los hijos de Dios están siendo perseguidos y probados tanto en sus convicciones como en su fe. Tiempo, en que si no pensás como el sistema te lo impone, sos rotulado como un retrógrado y discriminador. Tiempo de complejidad y temor. Tiempo, en que la libre expresión ya no es tan libre y la democracia se ve atropellada por el gobierno de turno.
En este tiempo, podemos leer: «… Que por Su causa siempre nos llevan a la muerte; ¡nos tratan como a ovejas para el matadero!…» (NVI Romanos 8:36). Esta palabra marca un punto de partida para una nueva generación de líderes del Reino. En virtud de que si no compartís estas nuevas ideologías, te convertís automáticamente en enemigo de un sistema diseñado para corromper y alejar al hombre de Dios y de Su diseño original. Últimamente se puede observar cómo se ha iniciado una persecución contra la iglesia y contra los hijos de Dios; contra aquellos hijos que se están haciendo escuchar, esos que tienen una mirada diferente de la que impone la sociedad y la religiosidad implantada en muchas congregaciones. Esos hijos que hoy están saliendo de las cuatro paredes de una iglesia para influenciar y ser luz y sal en las Naciones y en el entorno que los rodea. 

Hoy la creación aguarda con gran impaciencia la manifestación de esos hijos, que con valor levantan su voz ante las injusticias, ante la corrupción, ante la inmoralidad, ante la mirada ciega de aquellos que hoy ocupan roles de influencia pero no se dejan oír. Esos hijos que ante el desánimo de un gran número de personas que a causa de una pandemia no pueden ver con esperanza el futuro y solo ven incertidumbre y complejidad, allí están prestos para actuar llevando aliento y fe. Es aquí donde el rol de una nueva generación ocupa un lugar determinante… «llevar las buenas nuevas» ante tanta negatividad y pesimismo.

Un nuevo liderazgo está naciendo del corazón de Dios y camina a paso firme hacia un objetivo, en una sola dirección, con una visión y misión clara, dónde la unción juega el papel más importante. Este nuevo modelo de liderazgo exhorta a proclamar la verdad y a equipar a los creyentes de herramientas para que puedan responder a los engaños y las artimañas del enemigo con la convicción de los verdaderos hijos de Dios. 

Todo comienza con una decisión. Las acciones que se tomen hoy se manifestaran en público mañana. En tierra de crisis, en tierra de inseguridad y de necesidad, Dios sigue siendo Dios y teniendo el control de todas las cosas.
Este nuevo modelo de liderazgo es muy diferente al liderazgo del mundo, marca una diferencia, no busca reconocimiento personal, vanagloria o un cargo importante. Está basado en el servicio, en acciones que demuestren en público lo que se cultiva en intimidad. ¿Qué es lo que te sostiene en tiempo de crisis? La obediencia a Dios. Obedecer es la llave que te mantendrá vigente y abrirá todas las puertas necesarias para influenciar positivamente en el entorno que te rodea.