"Tillich como intérprete” según W. H. Van de Pol

Tillich habla varios idiomas: el del hombre moderno y el del creyente cristiano: el idioma del pensamiento y el del evangelio; el de la filosofía y el de la teología. Como un intérprete avezado, pasa sin dificultad de un idioma a otro, no sin desconcierto por parte de algunos lectores.

¡Se necesitan obreros!

“Les dijo: — La mies es mucha, pero son pocos los obreros. Por eso, pídanle al dueño de la mies que mande obreros a su mies. ¡Póngase en marcha! Yo los envío como corderos en medio de lobos”  (Lucas 10:2-3)

La misión encomendada por el Señor es gigantesca y las condiciones en las que se desenvuelve son adversas. Los obreros son pocos y los lobos son muchos. En ella no hay lugar para el triunfalismo facilista, ni los gestos de arrogancia vanidosa. Estamos en manos del “dueño de la mies”. (H. Segura)

Jonás y el despertar de la conciencia a una vida con propósito

La historia de Jonás es, más que un relato profético, un espejo de la experiencia humana. Dios lo llama a anunciar un mensaje a Nínive, pero...