Educación y Teología: "Entre pizzas y empanadas"

por José Luis Lozano

Para cerrar el año 2007, sugerí a mi familia invitar a unos amigos a compartir unas pizzas y empanadas en casa. Mi esposa Patricia, compartiendo la iniciativa preguntó ¿a quienes vas a invitar?. Ya confirmaron que venían Suely Rolnik, Jacques Rancière, Deleuze, Spinoza, Silvia Duschatzky y Sócrates. Nos pareció bien, sumar en la invitación a los docentes del colegio, ya que la intención era charlar un poco sobre educación.
Solicité a Silvia que por favor coordinara el encuentro, ya que mi deseo era disfrutar escuchándolos, pues no sería tan sencillo volver a juntarlos en otra oportunidad.
Ya distendidos en el living de casa, Silvia sugiere; fiel a su estilo, proyectar unos videos que nos permitan pensar juntos “la potencia del caos”. Ofrece un material filmado por el equipo de investigación de FLACSO en una escuela del conurbano bonaerense que retrata una propuesta de trabajo con chicos de un séptimo grado. Aclara que si bien el video no muestra señas escolares, si acontece en una escuela y la idea es observar atentamente el material y compartir qué valores educativos podemos extraer de esta “forma de agenciamiento” o en otras palabras qué valor tiene para la escuela “escapar del molde” y apropiarse de modulaciones contingentes.
Sócrates, agradece la invitación y también a Silvia por el video proyectado, pues le trae los recuerdos de aquella lucha que mantuvo con los sofistas; (mercaderes de la sabiduría) del siglo V aC. Sus palabras amables, tranquilas y sencillas; conversando como un hombre que no oculta su humildad, con frases seductoras, buscando en comunidad descubrir la verdad, expresa que lo que le apasionó del video fue la actitud casi desapercibida de los docentes.
“Observé en el video docentes que no buscan “revelar” para “impartir contenidos”, docentes que valoran los espacios “creativos”, “no formales”. Que buscan la expresión de las intensidades existentes y que para ello proponen a los alumnos un “juego” con “máscaras”, apelando a la imaginación, a recrear nuevas personalidades intentando huir de las limitaciones propias”.
Amablemente Sócrates nos comparte también como a través de la ”protréptica” (de pro, primero, y trepo, cambiar, mudar), él trataba de hacer variar la conversación sacando al hombre, al alumno de su cotidiana vulgaridad para introducirlo en un diálogo pedagógico.
Disculpe amigo Sócrates, dice Rancière, me alegra escucharlo y sinceramente descubrir que ya desde el siglo V aC, el tema de la “sencillez” o esto del “docente que hace preguntas” o del que “ignora” era considerado como “agente de sabiduría”.
Permítame contarles una breve historia: En el año 1987 yo publiqué “El maestro ignorante”, un texto que recién en el 2003 fue publicado en español. En ese libro me referí a Joseph Jacotot (1818), un lector de literatura francesa en la Universidad de Lovaina, quien tuvo una “aventura intelectual". En esa fecha este maestro, que había participado en la Revolución Francesa, se enfrenta en Lovaina, Holanda, a un grupo de estudiantes a los que debía enseñarles francés, con la dificultad que él no conocía el flamenco, idioma que los alumnos hablaban. No existía un punto de referencia lingüístico, un espacio común desde donde pudiera instruirles en lo que los alumnos demandaban. "Sin embargo, él quería responder a los deseos de ellos". Se apoyó en su perplejidad inicial para ir en búsqueda de alguna cosa en común que los reuniera. Jacotot encuentra esa cosa en común en una edición bilingüe del Telémaco, que hace llegar a sus estudiantes, pidiéndoles a través de un intérprete que se acercaran al francés a través de la traducción. El resultado es maravilloso: los estudiantes aprenden el francés desde el libro bilingüe, y Jacotot llega a la conclusión de que “se puede enseñar lo que se ignora”.
Rancière expresa: “es a partir de esta experiencia que Jacotot revisa la clásica relación entre maestro y alumno señalando sus límites”. Hasta el momento el maestro tenía por función transmitir -léase explicar- sus conocimientos al alumno, al mismo tiempo que formar los espíritus, en un orden progresivo que educara a la vez la inteligencia y el juicio. Este orden, al que describió como explicador, partía de la posición desigual del maestro frente al alumno, desigualdad que iría desapareciendo en la medida en que la educación tenía lugar. Amigo Sócrates, a través del pensamiento de Jacotot, busqué abrir un debate político y pedagógico. La idea era plantear “el problema de la igualdad”, que las instituciones educativas, y el resto de las instituciones modernas, plantean como punto de llegada -momento al que, como se ve en la historia, no se arriba nunca. Por medio de Jacotot pretendí invertir la premisa: El punto de partida es la creencia en la igualdad inicial. Este tipo de maestro no huye de su decisión de enseñar, que no es otra cosa que el deseo de producir pliegues, movimientos, apertura de nuevas experiencias, pero se escapa de la explicación. "La explicación no es necesaria para socorrer una incapacidad de comprender”.
Un respetuoso silencio y una madura sonrisa se observa en el rostro de Sócrates, quien percibe con hondura y confirma una vez mas que el fenómeno educativo es “autoactividad”, que mediante preguntas pertinentes (forma dialogada) conduce el maestro a los alumnos a encontrar, por sí mismos, lo buscado. Todo esto por un procedimiento que parte de la experiencia concreta y singular para elevarse a las ideas generales (método epagógico; inducción).
Spinoza, haciendo una pausa, se suma al diálogo y expresa: “comparto lo expresado por uds., y permítame sumar un aporte. Las personas nacemos separados de nuestras potencias y es nuestro deber ético ayudarnos mutuamente a (re)encontrarnos con ellas. Las potencias no están en nuestro interior como esperando manifestarse en una evolución natural de nuestras capacidades. Es decir éste (re)encuentro con nuestras potencias no es directo ni fácil, ya que se trata de unas potencias que nunca hemos poseído. Es el (re)encuentro con la potencia la experiencia de producir un saber”. Creo que éste concepto dialógico respetuoso de Sócrates y la experiencia de Jacotot narrada por Ranciere van por el mismo camino.
En el video, sostiene Spinoza, se observa una interrelación muy interesante entre docentes y alumnos. Se promueve una búsqueda, un inventar puentes de lenguaje, creativos, buceando en la geografía de los afectos. Los docentes, ven al lenguaje creativo como “inventor de mundos”, de allí las máscaras, imaginando personajes y funciones. Sin duda que éstas ”formas” contribuyen al (re)encuentro de las potencias.
Suely Rolnik, mientras sostiene su empanada, mira a Spinoza y señala. Creo que tomó prestadas mis palabras profesor Spinoza. Lo de bucear en la geografía de los afectos e inventar mundos mediante puentes de lenguaje me pertenece. Uno de mis artículos lo dedique a pensar en un modelo de docente diferente, alternativo. En el video proyectado por Silvia al comienzo veo a mis “verdaderos docentes cartógrafos…, en realidad antropófagos”: (aquellos que viven de expropiar, apropiar, devorar y desovar). Buscan crear sentido a partir de esa interrelación en la cual la sensibilidad juega un rol vital.
¿Podría ampliar la idea de “docentes cartógrafos”? preguntó uno de los docentes del colegio Neuquén Oeste”. Como no amigo profesor. “Cuando digo docente cartógrafo pienso en alguien que lleva en su maletín: un criterio, un principio, una regla y un breve itinerario de preocupaciones (cada cartógrafo lo va definiendo y redefiniendo para sí, constantemente).
El criterio de valoración del cartógrafo, ya lo conocés: es el grado de intimidad que cada uno se permite, en cada momento, con el carácter finito ilimitado que el deseo imprime en la condición deseante y sus miedos. Es el valor que le da a cada uno de los tres movimientos del deseo. En otras palabras, el criterio del cartógrafo es, fundamentalmente, el grado de apertura para la vida que cada uno se permite en cada momento.
El principio del cartógrafo es extramoral: la expansión de la vida es su parámetro básico y exclusivo, y nunca una cartografía cualquiera tomada como mapa. Lo que a él le interesa en las situaciones con las cuales se enfrenta es cuánto la vida está encontrando canales de realización.
Se puede hasta decir que su principio es un antiprincipio. Un principio que lo obliga a estar siempre cambiando de principios. Es que tanto su criterio como su principio son “vitales” y no morales. ¿Y su regla? El sólo tiene una: es una especie de "regla de oro". La cual le da elasticidad a su criterio y a su principio: el cartógrafo sabe que es siempre en nombre de la vida y de su defensa que se inventan estrategias.
En la segunda parte del video y a modo de evaluación de la actividad se observa a los alumnos expresar: “ usamos mucha imaginación,…con las máscaras nos damos cuenta de que hace o para que sirve un perro, una flor, etc……aprendí mas de las flores..”. Es una interesante vinculación entre enseñanza, imaginación, juego y ocultamiento.
Los docentes cartógrafos son los que no se preocupan por los pares: “lo falso vs. lo verdadero”, “lo teórico vs lo empírico”, en cambio si se observa un gran interés por “lo vital vs. lo destructivo”. Se busca la participación en lo real, un compromiso con la vida y una entrega expectante a lo expresado por los alumnos (como seres capaces de crear).
A Silvia Duschatzky le parece de lujo el encuentro y al oir la palabra “vida” sostiene: “Hay momentos en las vidas sociales, en las vidas de las instituciones, en que el presente, el momento, el instante adquiere relieves insospechados. Lejos de ser porciones preparatorias de un futuro, fragmentos de medida de un tiempo lineal, componente de un plan, es la ocasión de desplegar una potencia, de abrir una clausura o ensanchar una experiencia. En esos momentos, como decía Luckács, la vida no es más que un sendero. ¿Qué sabemos del lugar dónde nos lleva y qué sabemos de su porqué?, se preguntaba. Esos modos episódicos son tal vez, y desafiando nuestros prejuicios, un indicio de afirmación de la vida.
El sí a la vida no es equivalente a la resignación ni a la negación de los efectos dolorosos que producen en nosotros situaciones de despojo y violencia múltiples. El sí a la vida puede acarrear impulsos inespecíficos o en cambio formas singulares de trama social.
Silvia, haciendo referencia a la figura del “docente errante” cita a Maffesoli, quien señala “que el impulso de la vida errante tiende a resurgir en lugar de o contra el confinamiento domiciliario que predominó durante toda la modernidad. Pero creemos que esta errancia no emerge como rechazo, quiebre de encierros o respuesta reactiva a un estado de opresión sino como un efecto vital de un estado de intemperie. La vida errante no es un deambular inerte sino una disposición activa a tomar lo que irrumpe y agenciar algo en torno de eso.

Patricia, la anfitriona del encuentro pregunta: ¿Es decir que hablar de educación es entonces hablar de la vida?. ¡Eso es muy interesante!. Cuando comenzamos el profesor Sócrates enfatizó la importancia de ver a la educación como un “diálogo respetuoso”, con un fuerte énfasis en saber escuchar y en mantener una actitud de humildad. Además, dejó clara su posición en contra de los “sofistas de la actualidad”, en contra de “bajar contenidos” como si los alumnos fueran algo así como “depósitos huecos”. Luego El profesor Ranciere señaló que “es posible enseñar lo que se ignora”, y que era clave considerar como el punto de partida de la educación a “la igualdad inicial”, también este concepto nos habla de una actitud de humildad ¿no?.
Luego escuchamos a Spinoza expresar que un saber se produce cuando existe un (re)encuentro con las potencias ocultas y que para que esa experiencia se produzca era necesario promover esa búsqueda con lo que Suely Rolnik llamó puentes de lenguaje creativos. Se habló también en “bucear” en la geografía de los afectos, se habló de inventar mundos y de los geniales docentes cartógrafos.
Roberto; uno de los docentes del colegio del Colegio Neuquén Oeste levanta su mano y expresa: “…disculpen, me parece fantástico todo lo escuchado, también las pizzas y empanadas, pero ¿como manejar el caos?.” Es muy importante responde Suely Rolnik predisponerse a trabajar en esas condiciones. En los videos vimos a “docentes frágiles, vulnerables” mirados desde la concepción moderna. Docentes obligados por la realidad a crear. Cuando te sentís frágil y vulnerable, cuando tus referencias no generan “sentido” alguno, es entonces que te ves forzado a crear. Como dice Deleuze: uno no crea porque es lindo o porque quiere ser famoso, sino porque está forzado, porque no tiene otra solución que hacerlo. Se trata de crear sentido para lo que ya está en tu cuerpo y que no coincide con las referencias existentes, de recrear tus relaciones con el entorno, tu modo de ser. Esta fragilidad, que es tan importante política y éticamente, es la verdadera salud: hacerse cargo de esta fragilidad en vez de huir de ella.
Silvia señala: “no hay que temerle al caos”. El caos no es “una nada”, sino un virtual, que contiene todas las partículas posibles y que extrae todas las formas posibles para desvanecerse en el acto, sin consistencia ni referencia, sin consecuencia. “Es una velocidad infinita del nacimiento y del desvanecimiento…”
Entonces el caos nos permite “construir” pregunta un docente. Correcto.. a partir del caos y por medio de “lo no formal”, es posible combinar elementos diferentes y “construir”. Las máscaras que vimos en el video, posibilitan a los alumnos “ocultarse” y desde allí les ofrecen la posibilidad de tener otros rostros, otras identidades, les permiten “reinventar la presencia”. En el texto de Magaldi Tellez se plantea: “En el rostro, en el cuerpo rostificado, se anudan líneas de poder, de saber, de subjetivación”, que nos rarifican y limitan. Sería como dar el puntapié inicial a una especie de liberación personal permitiéndonos mirar-nos y volver a mirar para re-crearnos, sin las caretas que portamos y por supuesto no elegimos, las llevamos sin darnos cuenta.
Llegó el momento del brindis y todos levantando la copa, expresan sus deseos por una nueva pedagogía que jerarquice el respeto y la importancia de la situación, del aquí y ahora, del lugar donde los procesos de interacción se producen. Por una pedagogía que ponga el acento en el transcurrir, en el acto, en el suceder de los hechos, en la realidad donde los actos se realizan y existen, en un “enfoque situacional”. Por una educación que incluya la relación de múltiples líneas o dimensiones que se entrecruzan: de orden social, institucional, grupal, interpersonal, individual, técnico, de niveles explícitos e implícitos; en registros imaginarios, simbólicos y reales.
Por una pedagogía que tenga muy en cuenta el principio de incertidumbre postulado por Heisenberg, que acepte que no existen definiciones ni respuestas sencillas ya que la vida no es una cosa abstracta. La vida supone diversidad y respeto.

Los primeros protestantes de la Patagonia

“Poco a poco, la creencia se ha contaminado, como el aire o el agua. Esta energía motriz, siempre resistente pero tratable, llega a faltar. Hoy en día...ya no basta manipular, transportar y refinar la creencia, se requiere analizar su composición, pues se desea producirla artificialmente[1].

No pretendemos saber solo quienes fueron los primeros protestantes de la Patagonia Argentina, sino mas bien nos interesa conocer “como vivieron”. Cuales fueron sus creencias religiosas y sus prácticas sociales y políticas.

Una Iglesia Diferente

En busca de una praxis que respondiera a las necesidades humanas de nuestra ciudad, asumimos en el año 1991 un nuevo desafío comunitario.
En el mes de octubre de ese año, inauguramos un gimnasio de aparatos en un salón ubicado en la zona céntrica de la ciudad de Neuquén. Los propósitos del gimnasio, estaban orientados a ofrecer a jóvenes y adultos de la comunidad, un espacio cálido, saludable e idóneo para mejorar su condición física, reduciendo su masa corporal, rehabilitando muscularmente a personas derivadas por los médicos y realizando un acondicionamiento físico general a deportistas y al grupo familiar en general.
Cientos de personas tomaban los servicios del gimnasio, agradecidas por esta novedosa manera de ayudarlas. Con la cuota mensual más baja del mercado, intentamos brindar un eficiente servicio, construir puentes de comunicación y espacios de compañerismo.
El gimnasio estaba abierto de 9 a 22 hs de lunes a viernes y de 9 a 12 hs los días sábados. La atención personalizada de instructores y profesionales en Educación Física, se orientaba a un servicio en el cual la calidad y calidez fueran las banderas del gimnasio.
La inquietud y el interés de las personas que asistían al gimnasio, hicieron necesario abrir las puertas los días domingos. Ya no para hacer gimnasia con aparatos, sino para estudiar en forma sistemática la Biblia. Corríamos las “máquinas”, las “pesas” y las “mancuernas”, para ubicar sillas en forma de círculo y reflexionar sobre las problemáticas contemporáneas a la luz de la fe.
El gimnasio de aparatos hoy sigue siendo el instrumento idóneo para ayudar a las personas de la comunidad del oeste de Neuquén, para conocer sus necesidades concretas e intentar colaborar con ellas en todo aquello que nos fuera posible. Bolsas de alimentos, ropa, zapatillas, colchones, clases de apoyo para chicos con dificultades de aprendizaje, colegio secundario para adultos, huerta para enseñar a trabajar la tierra, son algunas de las tareas que hasta el presente se realizan en lo que hoy es el Complejo Social y Deportivo de la Fundación.
El taller de señoras
El área social de la institución, nació como complemento de la tarea desarrollada en el aspecto deportivo. La casita, en donde vivía el cuidador del Complejo Deportivo, comenzó siendo el espacio físico para atender las diferentes necesidades de las señoras y familias del barrio.Como consecuencia de estar ubicados en una zona con múltiples carencias, fuimos observando la gran demanda de un trabajo social con continuidad en el tiempo.Nuestra inquietud ha sido no sólo establecer el contacto con los niños y adolescentes sino ampliar la red de relación con su núcleo familiar. Consecuentemente, hemos detectado la urgente necesidad que tiene el entorno familiar de ser apoyado con acciones concretas. Estas acciones, poco a poco se fueron transformando en nuevas actividades que en el día de hoy constituyen una de las bases estructurales mas importantes de la institución.
Corte, Confección y Ropero Comunitario
Dado que esta Fundación cuenta con máquinas de coser, y remalladora; (donadas por personas de la comunidad), se confeccionan prendas destinadas a cubrir las necesidad de las familias. Las propias madres, que en la mayoría de los casos son “Jefas de hogar”, participan cada semana en estos talleres de corte y confección, donde a su vez pueden aprender un oficio para su propio desarrollo personal y familiar, con una posible salida laboral. En el taller, se les provee de todos los materiales; (telas, tijeras, hilo, etc). Una vez terminadas las prendas son entregadas a los mas necesitados. También se arreglan y adecuan distintas ropas, que son donadas por familias de la comunidad, quienes conocen el trabajo que se desarrolla en la institución. Gracias a estas colaboraciones, también se ha podido implementar un ropero comunitario.
De huertas, vacas, conejos y gallinas
Las buenas relaciones con otras organizaciones de la comunidad, nos fueron llevando a compartir emprendimientos solidarios. Uno de esos emprendimientos se está desarrollando con el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y con CARITAS (organización católica de acción solidaria), el cual nos permitió dar inicio a una “huerta escuela”.
Cada institución ofreció lo que tenía a su alcance para dar inicio a éste emprendimiento. Así fue como nuestra Fundación ofreció 3 lotes ubicados en la zona oeste de la ciudad, CARITAS ofreció los primeros recursos económicos para el cercado de los terrenos y la compra de los insumos básicos y el INTA las semillas y la capacitación a las personas. La Municipalidad de Neuquén se sumó mas tarde al proyecto proveyendo algunos materiales para la construcción de una vivienda para el cuidador de la huerta.Allí se enseña, se siembra, cuidan y cosechan hortalizas y verduras que luego son compartidas con familias carenciadas del barrio.
Además se trabaja en estrecho vínculo con algunas familias que lograron la tenencia de terrenos en la Meseta neuquina (zona norte), donde con esfuerzo propio y de manera cooperativa, estas familias realizan el trabajo de concretar sus proyectos a través de huertas y la cría de conejos y gallinas.Gracias a la adquisición de una vaca y a la construcción de un pequeño tambo en esta meseta, se obtiene parte de la leche y huevos que se utilizan para la preparación de las meriendas y desayunos de niños y jóvenes del barrio en la zona oeste.
Una sencilla reunión fraternal
Los domingos desde las 10 de la mañana se realiza nuestro encuentro semanal. Compartimos lo que hicimos durante la semana, oramos por las diferentes necesidades personales y comunitarias, cantamos, desayunamos y tenemos estudios bíblicos por edades e intereses.
El momento de las “ofrendas” en la reunión es muy particular. Los asistentes no sólo contribuyen libremente con dinero, sino con alimentos, productos de huerta, ropa, calzado y todo aquello que pueda ser de utilidad a otras familias. Una mesa ubicada en el frente del salón de reuniones, es depositaria de estas contribuciones voluntarias en especies.
¿Y el sueldo del pastor?
Los principios de igualdad, fraternidad y solidaridad son los que dan fundamento a todas las actividades que realizamos en la comunidad.Ellos nos llevaron naturalmente a convenir que dentro de la comunidad local (iglesia), todos y en todo lugar tenemos las mismas responsabilidades a la hora de compartir el evangelio y la solidaridad. Es decir que ninguna función dentro de la iglesia es considerada más importante que la otra y por lo tanto, TODAS o NINGUNA función deben ser remuneradas, incluyendo la función del pastor o equipo pastoral.La función pastoral no es más que la función de los maestros en la escuela dominical, ni de las señoras que preparan la comida en la cocina, o los que limpian o construyen el templo. Son actividades diferentes pero no más importantes. Todas las actividades son necesarias y se complementan en la iglesia.“Ahora bien, el cuerpo no consta de un solo miembro sino de muchos. Si el pie dijera: como no soy mano no soy del cuerpo, no por eso dejaría de ser parte del cuerpo. Y si la oreja dijera: como no soy ojo, no soy del cuerpo, no por eso dejaría de ser parte del cuerpo. Si todo el cuerpo fuera ojo. ¿qué seria del oído?. Si todo el cuerpo fuera oído, ¿qué sería del olfato?. En realidad, Dios colocó a cada miembro del cuerpo como mejor le pareció. Si todos ellos fueran un solo miembro, ¿qué sería del cuerpo? Lo cierto es que hay muchos miembros, pero el cuerpo es uno solo”
Todos los miembros de la comunidad tienen derecho a saber y a participar en las decisiones que se toman y en las actividades que se realizan. Eso incluye conocer el destino de sus ofrendas y diezmos. Es por ello que realizamos informes escritos de tesorería, los que son entregados en forma personal a cada una de los miembros activos.Estas acciones nos permiten no sólo transparentar los movimientos financieros de las ofrendas y diezmos sino también, ofrecer una mayor motivación e integración a la hora de participar activamente en toda la obra y en todas las áreas y asuntos de la comunidad.
Algunas consideraciones finales
Nuestra propia experiencia, nos ha mostrado que no es tan sencillo modificar las estructuras eclesiales internas de cada congregación local, ni tampoco hacer comprender a pastores y líderes esta concepción de misión integral. Parafraseando a Bourdieu podemos afirmar que cada iglesia local es un “campo específico de representaciones e imaginarios propios”, desarrollados y fomentados entre otros factores por medio de los estudios, predicaciones e interpretaciones de la Biblia.
Creemos que la iglesia local debe ser la esperanza del mundo y que, como tal, debe ser la esperanza de su comunidad inmediata. Colaborar supliendo necesidades concretas del barrio y de la ciudad en donde reside, debería ser su ministerio fundamental, porque es por medio de esta tarea que logrará llevar el mensaje del amor de Jesús al mundo.
Las buenas relaciones y la tarea en conjunto con otras organizaciones de la comunidad vecinal son claves, no solo para lograr mayor efectividad a la hora de ayudar a los que menos tienen, sino también para optimizar y administrar mejor los recursos de todos.
No es posible pensar una comunidad cristiana local, sin una plena y natural identificación con las necesidades de su barrio. El gimnasio, las escuelas deportivas, el colegio secundario para adultos, el taller de señoras, la huerta demostrativa, las vacas, conejos y gallinas, forman parte de nuestra vida diaria, ¿por qué entonces no hacer que formen parte también de nuestra iglesia local?

Mas allá del verticalismo

El perito psicopatólogo forense Eduardo Ghigliani expresó: «Existen los lavadores de cerebros y... la capacidad de su influencia depende de la vulnerabilidad de cada persona. Encuentran el terreno propicio en la gente que tiene una actitud acrítica en la vida y que acepta las verdades de otros como propias, como absolutas».Una hipótesis a tener en cuenta para la comprensión de ciertas prácticas autoritarias en muchas iglesias evangélicas es que el ejercicio de la función pastoral unipersonal facilita diferentes formas de abuso de poder y la aparición de distintas formas de violencia simbólica. Pierre Bourdieu señala que «el poder simbólico sólo se ejerce con la colaboración de quienes lo padecen porque contribuyen a establecerlo como tal».3 Por eso es tan importante la responsabilidad de las congregaciones locales en lo que se refiere a su total participación en los asuntos de la iglesia y del tipo de liderazgo que deciden tener.Una de las características de ciertos movimientos actuales es la «jerarquización en la conducción eclesial». El pastor maneja a gusto todo lo relacionado con el rumbo y las finanzas de la iglesia y, por lo general, «amigos fieles e incondicionales nombrados pastores ayudantes» se encargan entre otras actividades de la administración de los diezmos y ofrendas.2 Pedro 2:2-3 advierte: «Llevados por la avaricia, estos maestros los explotarán a ustedes con palabras engañosas». El primer libro sobre disciplina cristiana, la Didaqué, el cual data aproximadamente del año 100 d.C., señala disposiciones para los profetas itinerantes que son muy ilustrativas:Si un profeta itinerante llega a una congregación y desea establecerse en ella permanentemente, si tiene un oficio, que trabaje en él y viva de su trabajo. Si no tiene oficio, consideren cómo podrá vivir entre ustedes sin ser un cristiano ocioso... pero si no está dispuesto a aceptar estas condiciones, no es más que un comerciante de Cristo. Tengan cuidado con los tales (Didaqué, capítulos 11 y 12).A la luz del modelo establecido por Jesús en las Escrituras, creemos que es necesario realizar una sincera reformulación de algunas enseñanzas y prácticas cristianas en nuestras comunidades locales. Si los seres humanos son seres creados a imagen de Dios, entonces han de ser servidos y no explotados, respetados y no manipulados.Por eso pensamos en una iglesia definida como un conjunto de personas preparadas para servir y para satisfacer, en el nombre de Jesús, las necesidades en todo lugar. Una iglesia apartada del profesionalismo pastoral remunerado, donde los mismos miembros de la comunidad cristiana local realicen las funciones pastorales en equipo. Pensamos en una iglesia que no crea en las relaciones verticales, ni en la necesidad de tener un grupo selecto, sino que crea en el trabajo en equipo, desinteresado y profundamente responsable.Pensamos en una iglesia no elitista, laica, que dé participación a todos por igual, que no discrimine, que considere que el campo de mirar hacia afuera, hacia las necesidades concretas de la gente, que tenga como meta las personas, para prepararlas y equiparlas, cumpliendo la misión de extender el Reino de Dios. Proponemos modelos de conducción eclesial más horizontales, comprometidos con la dimensión socio-política de la realidad, que libere a las personas de la tendencia a pensar en lo individual, lo asocial, lo ahistórico y lo apolítico.En fin, pensamos es una iglesia que no tenga como meta crear megaiglesias sino promover relaciones fraternales con otras comunidades y organizaciones autónomas del barrio, de la ciudad, con el fin de trabajar en conjunto, en forma complementaria. Sabemos que la megaiglesia crea un centro de poder. El concepto trinitario de Dios repele la idea de la creación de un centro de poder. En el Dios trino no hay alguien que manda. Dios trabaja y actúa en forma de «nosotros» y no de un yo superior egoísta. Por eso debemos replantearnos la necesidad de crear comunidades cristianas que estén intercomunicadas por una red de trabajo realizado en armonía, sin competencia ni concentración de poder de ningún orden, ya sea económico, social, político o espiritual. Nuestro gran desafío es la búsqueda de un modelo de iglesia más igualitario, horizontal, democrático, solidario y comprometido con la realidad.

¿Por qué este espacio?

Rubem Alves[1] definió de manera muy interesante el trabajo de un historiador. El expresa que “el historiador es alguien que recupera memorias perdidas y las distribuye - como si fuera un sacramento - a aquellos que perdieron la memoria. En verdad, ¿qué mejor sacramento comunitario existe que las memorias de un pasado común, marcadas por la existencia del dolor, del sacrificio y de la esperanza?”…“recoger para distribuir. El no es sólo un arqueólogo de memorias. Es un sembrador de visiones y de esperanzas”.

En este espacio procuramos, no sólo recuperar memorias perdidas y distribuirlas respetuosamente como si fueran sacramentos, sino también compartir algunas reflexiones, documentación, testimonios y vivencias acerca de personas, iglesias cristianas, organizaciones de la comunidad, del estado, intentando como señala Alves, sembrar nuevos horizontes y esperanzas.


1. Alves, Rubem, Las ideas teológicas y sus caminos por los surcos institucionales del protestantismo brasileño -- En: Pablo Richard, San José, CEHILA-DEL, ed: Materiales para una historia de la teología en América Latina (1981).

Las Prácticas Restaurativas en Jesús de Nazareth

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