La honradez primero


Cuando las estructuras nos lastiman
por José Luis Lozano

Toda forma de organización humana es buena y también necesaria para la humanidad. La familia, como célula básica de organización de la sociedad, las asociaciones civiles, mutuales, fundaciones, cooperativas, iglesias, partidos políticos, etc., son instrumentos buenos y útiles que posibilitan la crianza, la educación y una sana convivencia en comunidad ¿Pero que sucede cuando éstas estructuras u organizaciones sociales nos comienzan a lastimar?

Decía Manuel Belgrano: “A quien procede con honradez, nada debe alterarle. He hecho cuanto he podido y jamás he faltado a mi palabra”.

Un primer intento de respuesta a nuestra inquietud es actuar con honradez. Antes de lastimar o seguir siendo lastimados, debemos ser honrados y enfrentar la situación con dialogo, responsabilidad y firmeza.
La honradez es aquella cualidad del hombre por la cual la persona se determina a elegir actuar siempre con base en la verdad y en la auténtica justicia. Es condición fundamental para las correctas relaciones humanas, para la amistad, la pareja y la auténtica vida en comunidad.
Muchas veces lastimamos sin darnos cuenta. Creemos que lo que hacemos esta bien, somos felices, servimos a la comunidad, educamos hijos, trabajamos en la obra de Dios; visitamos a los enfermos, ayudamos a los pobres, predicamos el evangelio, construimos edificios para la educación y la recreación, sin embargo lastimamos, ofendemos y casi siempre lo hacemos sin tomar conciencia de ello.
Las mismas organizaciones benéficas que constituyen la esencia de las sociedades, vienen a ser las que en algún momento pueden lastimarnos mas de lo conveniente.

¿Qué hacer entonces?

El dialogo, la honradez y el valor de tomar decisiones importantes, vienen a ser elementos claves para evitar un mal mayor. Claro que la honestidad tiene costos. También suele ser dolorosa, sin embargo nunca falla.
Hemos vivido diferentes experiencias dolorosas en organizaciones eclesiales, familiares y sociales, en las cuales presuponíamos la existencia de un clima de trabajo armónico, pacífico y objetivos comunes. Pero, paradójicamente suele suceder que es en estas organizaciones muchas veces en donde el dolor y la hipocresía ocupan un lugar preponderante.

Dios y las formas periféricas

La historia esta llena de paradojas e ironías, pero curiosamente son en estas circunstancias en donde Dios suele hacerse presente para acompañarnos y muchas veces mostrarnos un nuevo rumbo. Suele moverse en formas impredecibles, impensadas y periféricas. Con perfil bajo, ingresa por la puerta menos pensada. Su nacimiento en un establo, su entrada a Jerusalén en un manso burrito, su honrada y confrontativa relación con políticos y religiosos, las persecuciones como métodos de hacer conocer el evangelio, su irónica muerte de cruz para salvarnos, nos hablan de formas impensadas y periféricas.

Primero las personas

Las estructuras y organizaciones sociales deben priorizar entonces el diálogo, la honradez y las sanas relaciones humanas. No debería existir institución humana que no incluya como objetivo principal el bienestar integral del ser humano. Su libertad de libre asociación, su salud y su bienestar personal debe preceder a toda organización humana; incluyendo a la familia.

Enséñanos a mantener relaciones personales saludables y a priorizarlas por encima de toda organización humana. Que así sea.

La evangelización y mi abuelo

por José Luis Lozano

Reflexiones sobre la misión
Mateo 25.40, 1Juan 4.8

El concepto de evangelización que hemos recibido, tanto por la herencia católica como protestante, ha contribuido a generar un peligroso sentimiento de superioridad en el creyente. Tengo algo que tu no tienes, por lo tanto me acerco a ti solo para que tu recibas y aceptes mi mensaje. Tu puedes ser como yo; salvo, sano y próspero, solo si tienes fe, crees y obedeces.

Calvino decía: “Si creemos que el Espíritu de Dios es la única fuente de la verdad, no rechazaremos ni desperdiciaremos la verdad en si misma, dondequiera que aparezca, a menos que deseemos insultar al Espíritu de Dios…cualquiera sean los dones de Dios que percibimos en otros, debemos reverenciarlos y estimarlos, a fin de honrar a aquellos en quienes residen. Porque sería una gran maldad de parte nuestra robarles el honor que Dios les ha dado .”

Todo ser humano refleja la imagen de Dios creada y grabada en si mismo. Por lo tanto cada persona merece valoración, respeto y amor como portadores de la imagen, no importa la situación o crisis en que se encuentre.
Cuando Jesús dice: “…en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos mas pequeños, a mi lo hicisteis” (Mateo 25.40), nos está afirmando que su presencia ya está en el otro. No necesito llevarle a Dios, porque Dios ya está. Encuentro a Dios en el otro.
Antes que mi abuelo paterno muriera, me acerque a él con la intención de asegurarme que nos veríamos en el cielo. De acuerdo al cassette que se me había enseñado, debía hacerle la pregunta obligada: Abuelo, ¿Ud recibió a Cristo en su corazón alguna vez? El me contestó con una cariñosa y firme expresión; ¡pues si Dios siempre ha estado con nosotros! Mi abuelo me había enseñado una gran lección aquel día. El siempre había tenido conciencia de que Dios lo habitaba y que su presencia lo acompañaba en toda circunstancia de la vida.
Desde aquel día comprendí que debía acercarme a las personas con mas reverencia y humildad, no ya para conquistarlas o evangelizarlas de acuerdo a los patrones occidentales establecidos, sino para compartir con ellas, sabiendo que Dios está entre nosotros y así lograr crecer juntas.
¿Cómo debo acercarme al otro entonces? Cuando vaya a su encuentro, tendré que acercarme con gran expectativa, reverencia y humildad. Me acercaré como humano, junto a mis debilidades, pero llevaré mi fe; una fe que me permita reconocer a Dios en mi hermano.

Querido Señor, gracias por enseñarme que tu habitas en todo y en todos. Tu imagen y tu presencia nos rodea. Abre nuestros ojos para que podamos verte. Que seamos sensibles a la voz de tu Espíritu y podamos reconocerte en el otro.

Las Prácticas Restaurativas en Jesús de Nazareth

  En los 4 evangelios, encontramos a Jesús restaurando personas y relaciones. Tanto sus acciones como sus enseñanzas nos muestran algunas cl...