Yo estaré alerta, esperando al Señor

por José Luis Lozano

¡Me siento muy mal!, dice Miqueas. Me siento como si estuviera en un campo del que ya se ha recogido todo el fruto. Como si estuviera en un campo del que ya se han recogido todas las uvas.
No quedan racimos de uvas para comer, ni esos higos frescos que tanto me gustan.
Ya no quedan hombres fieles en la tierra; no quedan personas honestas.

Todos están planeando cómo agredir y asesinar. Se atrapan con redes los unos a los otros. La gente es hábil para hacer el mal con sus manos. El funcionario exige dinero y se soborna al juez. Los líderes importantes hacen las leyes a su conveniencia y todas ellas se cumplen. Los mejores de ellos son como arbustos llenos de espinas.

Jonás y el despertar de la conciencia a una vida con propósito

La historia de Jonás es, más que un relato profético, un espejo de la experiencia humana. Dios lo llama a anunciar un mensaje a Nínive, pero...