Raúl Scialabba
Presidente de ABA
"No
me preocupa el grito de los violentos, de los corruptos, de los
deshonestos, de los sin ética. Lo que más me preocupa es el silencio de
los buenos". Martin Luther King.
En
los últimos tiempos en distintos puntos de nuestro país, se vivieron
episodios de violencia irracional con un claro contenido antirreligioso y
antidemocrático que merecen toda nuestra atención y repudio....
Los
que registran las crónicas periodísticas comenzaron el miércoles 25 de
septiembre contra la Iglesia Católica de San Ignacio de Loyola, ubicada
en el Barrio de Monserrat de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde
alumnos del Colegio Nacional Buenos Aires, produjeron actos de
vandalismo, pintadas agraviantes, quemaron un altar y la silla del
párroco .
“La
única Iglesia que ilumina es la que arde”, decía la pintada realizada y
refleja un sentimiento de odio que no sólo dañó a la comunidad
católica, sino a toda persona que profese una fe cualquiera que esta
sea.
Al
ataque a esta histórica iglesia, le siguieron pintadas y bombas
incendiarias a capillas de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los
Últimos Días, en particular a una en la ciudad de Resistencia.
A
esta lamentable lista debemos agregar el ataque que sufriera el templo
de la Iglesia Metodista Norte en la ciudad de Rosario, que es además
sede del Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos (MEDH) de esa
ciudad.
Allí
un grupo de oscuros personajes prendió fuego a las instalaciones
destruyendo para ello la biblioteca y llevando los libros al altar para
luego quemarlos.
Nadie debe quedarse callado.
Cuando
se ataca un templo que es un recinto de fe, oración y encuentro
espiritual, se ofende a Dios, se ataca a esa comunidad y esto debe ser
denunciado y condenado seriamente ya que es una herida a la sociedad
toda, que en su gran mayoría quiere la convivencia pacífica de todos los
argentinos.
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