"Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo", dijo Jesús, el humilde carpintero de Nazareth. En honor a su nombre: ¡feliz día del trabajador y la trabajadora!
Jesús obrero, carpintero.
La misma materia sobre la cual un día serías colgado como subversivo
del orden político y religioso.
Jesús obrero, solidario con los pobres, los despreciados, los marginados.
Jesús obrero, que sabes sufrir angustias y soledades;
que simpatizas con el que gana el pan con el sudor de su frente
y con aquel que ni siquiera tiene el privilegio de ser explotado.
Jesús obrero, carpintero, ¡Ven a vivir entre nosotros,
en nuestras angustias y en nuestros desvelos, en nuestras carencias
y en nuestros sinsabores!
¡Ven! ¡Comparte tu propio cuerpo entre nosotros!
Tú, carpintero, obrero, pan de vida.
Alberto F. Roldán
ILUSTRACIÓN:
Laura y Beto, directores de Arte Sano.
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