Rubem Alves[1] definió de manera muy interesante el trabajo de un historiador. El expresa que “el historiador es alguien que recupera memorias perdidas y las distribuye - como si fuera un sacramento - a aquellos que perdieron la memoria. En verdad, ¿qué mejor sacramento comunitario existe que las memorias de un pasado común, marcadas por la existencia del dolor, del sacrificio y de la esperanza?”…“recoger para distribuir. El no es sólo un arqueólogo de memorias. Es un sembrador de visiones y de esperanzas”.
En este espacio procuramos, no sólo recuperar memorias perdidas y distribuirlas respetuosamente como si fueran sacramentos, sino también compartir algunas reflexiones, documentación, testimonios y vivencias acerca de personas, iglesias cristianas, organizaciones de la comunidad, del estado, intentando como señala Alves, sembrar nuevos horizontes y esperanzas.
1. Alves, Rubem, Las ideas teológicas y sus caminos por los surcos institucionales del protestantismo brasileño -- En: Pablo Richard, San José, CEHILA-DEL, ed: Materiales para una historia de la teología en América Latina (1981).
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